Cómo elegir tarjeta gráfica para un PC: consejos y guía de compras con los 11 mejores modelos de todos los precios
Junto con el procesador y la unidad de almacenamiento (mucho mejor si es SSD), el tercer componente para mejorar o renovar el PC suele ser la tarjeta gráfica. Saber qué tarjeta comprar y cómo elegirla adecuadamente no es tan sencillo como parece. Toma nota de nuestra guía de compras de tarjetas gráficas con consejos y los 11 mejores modelos que puedes comprar actualmente.
Comprar una tarjeta gráfica: lo que debes saber
Antes de lanzarte a bucear entre precios o especificaciones de tarjetas gráficas para renovar tu PC es imprescindible que de des un primer paso consistente en comprobar la compatibilidad de tu equipo actual. Y no se trata solo de conectores.
La fuente de alimentación, la placa base y las ranuras PCI son los primeros elementos de los que hay que comprobar compatibilidad con la futura tarjeta gráfica de nuestros sueños
Lo primero que deberías observar en tu actual equipo es el tema del tamaño, conexiones y configuración. La cuestión del tamaño es tan básica que podríamos olvidarnos de ella: las tarjetas gráficas actuales tienen un tamaño considerable y podría no tener cabida dentro de la maraña de componentes actuales que tenemos conectados a nuestra placa base. Los modelos más completos, por ejemplo, suelen requerir el espacio de dos ranuras PCIe.
Otra comprobación directa sería la de la fuente de alimentación. Dependiendo del modelo que escojamos, las tarjetas más potentes de la actualidad son consumidoras ávidas de energía y necesitan una fuente que se la proporcione pues no van alimentadas por el puerto de conexión sino que cuentan con conectores de alimentación dedicados. Y atentos al número de conexiones de 6/8 pines que tenemos disponibles para las gráficas más potentes.
En muchos casos, renovar la tarjeta gráfica suele significar invertir una cantidad también importante en adecuar otros componentes a la futura realidad de nuestro PC
De nada servirá adquirir una tarjeta de alta gama si ni memoria ni procesador están equilibrados y complementarán a la nueva bestia del equipo. Incluso el monitor puede ser un cuello de botella que requiera una renovación. Será tirar el dinero invertir en una gráfica para jugar a 4K si nuestra pantalla de cabecera es solo 1080p y no vamos a comprar una nueva.
Por último, y quizás sea lo más importante a la hora de comprar una tarjeta gráfica para renovar nuestro PC, debemos tener lo más claro posible el objetivo y uso que daremos a nuestro PC con la tarjeta gráfica nueva. Si no vamos a jugar a títulos de última generación o procesar vídeo 4K, quizás logremos encontrar un modelo que nos ofrezca todo lo que buscamos en la nueva tarjeta gráfica por un precio muy razonable.
Si tu aspiración es tener la mejor gráfica para jugar, no hay duda: debes ir a la última generación y el modelo más avanzado que puedas permitirte. Los saltos entre generaciones suelen ser sustanciales tanto a nivel de rendimiento como de consumo así que la generación de la que estemos hablando es clave.
Otro cantar es que la diferencia entre el mejor modelo de una generación saque tanta diferencia en rendimiento como en precio. Y si ya te pones a comparar entre modelos rivales de AMD o Nvidia, así como entre generaciones, el lio aumenta por mucho que dentro de cada gama podamos identificar la mejor tarjeta gráfica por su denominación. Una GTX 1080 es más avanzada que la 1060 y ésta a su vez que la 1070. En el caso de AMD funciona igual.
La cantidad y tipo de memoria: lo más importante a tener en cuenta
Si bien la potencia bruta nos marcará buena parte de la decisión a hora de escoger nueva tarjeta gráfica para nuestro PC, el valor al que más atención debemos prestar es el tipo de memoria que incluye la tarjeta y el ancho de banda de la misma (medido en GB/s).
El tipo de memoria de una tarjeta gráfica y su ancho de banda es incluso más determinante que la cantidad bruta de la misma
A la hora de escoger la cantidad de memoria RAM, mira siempre el tipo y ancho de banda por encima de la cantidad porque preferirás tener una memoria más rápida que más GB de una con menos ancho de banda. Si estamos hablando del mismo tipo de memoria y ancho de banda, entonces sí que puedes empezar a valorar escoger un modelo con más GB especialmente si vas a trabajar con varios monitores o muy altas resoluciones.
El apartado de la memoria es uno de los más diferentes entre fabricantes y gamas, y la lucha actual entre Nvidia y AMD esta en parte en el uso del tipo HBM/HBM2 por parte del segundo, y de la preferencia (por cuestión de precio y tiempos) de Nvidia por la GDDR5/GDDR5X. Lo habitual es que la de tipo HBM esté presente en la gama más alta y la GDDR en las inferiores.
Conectores, alimentación y salidas de vídeo
Las siguientes especificaciones o características a valorar y comparar entre tarjetas gráficas son más sencillas. Tienen que ver con el consumo, refrigeración, los conectores o las salidas de vídeo que ofrecen al usuario.
Si nos referimos a la alimentación y el consumo, depende de la gama la manera en que hay que conectarla. Podemos encontrarnos tarjetas que se alimentan directamente de la ranura de conexión mientras las tarjetas de gama alta actuales es habitual que cuenten con sus propias conexiones de alimentación (debemos comprobar tener conectores libres en la fuente de alimentación)
La cifra que nos marca el consumo máximo, posibilidades de overclocking y requerimientos de alimentación, como en los procesadores, es el TDP. Y ojo a los sistemas de refrigeración de serie porque de ellos dependerá el ruido a pleno rendimiento de la tarjeta gráfica.
En cuanto a las salidas y conectores, debemos fijarnos especialmente en si hay capacidad para usar más de un monitor, la resolución máxima admitida, así como la compatibilidad o los conectores disponibles.
Comprar una tarjeta gráfica: lo que debes saber
Antes de lanzarte a bucear entre precios o especificaciones de tarjetas gráficas para renovar tu PC es imprescindible que de des un primer paso consistente en comprobar la compatibilidad de tu equipo actual. Y no se trata solo de conectores.
La fuente de alimentación, la placa base y las ranuras PCI son los primeros elementos de los que hay que comprobar compatibilidad con la futura tarjeta gráfica de nuestros sueños
Lo primero que deberías observar en tu actual equipo es el tema del tamaño, conexiones y configuración. La cuestión del tamaño es tan básica que podríamos olvidarnos de ella: las tarjetas gráficas actuales tienen un tamaño considerable y podría no tener cabida dentro de la maraña de componentes actuales que tenemos conectados a nuestra placa base. Los modelos más completos, por ejemplo, suelen requerir el espacio de dos ranuras PCIe.
La tarjeta gráfica no está sola en el PC
El ansia por tener el mejor rendimiento gráfico se enfrenta a la realidad del presupuesto con el que contamos y con el hecho de que la tarjeta gráfica no es el único componente de nuestro sistema gaming o de trabajo con vídeo/foto.En muchos casos, renovar la tarjeta gráfica suele significar invertir una cantidad también importante en adecuar otros componentes a la futura realidad de nuestro PC
De nada servirá adquirir una tarjeta de alta gama si ni memoria ni procesador están equilibrados y complementarán a la nueva bestia del equipo. Incluso el monitor puede ser un cuello de botella que requiera una renovación. Será tirar el dinero invertir en una gráfica para jugar a 4K si nuestra pantalla de cabecera es solo 1080p y no vamos a comprar una nueva.
Qué mirar en las especificaciones de una tarjeta gráfica
Una vez que ya tienes clara la compatibilidad de tu equipo actual y las necesidades que vas a querer cubrir, llega el momento de ponerse a comparar tarjetas gráficas. Pero, ¿qué debo mirar a la hora de elegir la mejor opción según mis intereses?Otro cantar es que la diferencia entre el mejor modelo de una generación saque tanta diferencia en rendimiento como en precio. Y si ya te pones a comparar entre modelos rivales de AMD o Nvidia, así como entre generaciones, el lio aumenta por mucho que dentro de cada gama podamos identificar la mejor tarjeta gráfica por su denominación. Una GTX 1080 es más avanzada que la 1060 y ésta a su vez que la 1070. En el caso de AMD funciona igual.
Potencia y velocidad de una tarjeta gráfica
En cada modelo de tarjeta gráfica hay innumerables características que nos marcan la potencia y rendimiento de la misma. Las más directas son los TFLOPS de potencia bruta, los núcleos CUDA o la velocidad/frecuencia de funcionamiento.
Si comparas estos datos dentro de la misma generacion podrás tener una visión global básica del nivel de rendimiento de cada modelo. En los tres casos un número mayor de frecuencia, TFLOPS o núcleos CUDA indica un modelo más potente.
En cada modelo de tarjeta gráfica hay innumerables características que nos marcan la potencia y rendimiento de la misma. Las más directas son los TFLOPS de potencia bruta, los núcleos CUDA o la velocidad/frecuencia de funcionamiento.
Si comparas estos datos dentro de la misma generacion podrás tener una visión global básica del nivel de rendimiento de cada modelo. En los tres casos un número mayor de frecuencia, TFLOPS o núcleos CUDA indica un modelo más potente.
La cantidad y tipo de memoria: lo más importante a tener en cuenta
Si bien la potencia bruta nos marcará buena parte de la decisión a hora de escoger nueva tarjeta gráfica para nuestro PC, el valor al que más atención debemos prestar es el tipo de memoria que incluye la tarjeta y el ancho de banda de la misma (medido en GB/s).
El tipo de memoria de una tarjeta gráfica y su ancho de banda es incluso más determinante que la cantidad bruta de la misma
A la hora de escoger la cantidad de memoria RAM, mira siempre el tipo y ancho de banda por encima de la cantidad porque preferirás tener una memoria más rápida que más GB de una con menos ancho de banda. Si estamos hablando del mismo tipo de memoria y ancho de banda, entonces sí que puedes empezar a valorar escoger un modelo con más GB especialmente si vas a trabajar con varios monitores o muy altas resoluciones.
Conectores, alimentación y salidas de vídeo
Las siguientes especificaciones o características a valorar y comparar entre tarjetas gráficas son más sencillas. Tienen que ver con el consumo, refrigeración, los conectores o las salidas de vídeo que ofrecen al usuario.
Si nos referimos a la alimentación y el consumo, depende de la gama la manera en que hay que conectarla. Podemos encontrarnos tarjetas que se alimentan directamente de la ranura de conexión mientras las tarjetas de gama alta actuales es habitual que cuenten con sus propias conexiones de alimentación (debemos comprobar tener conectores libres en la fuente de alimentación)
En cuanto a las salidas y conectores, debemos fijarnos especialmente en si hay capacidad para usar más de un monitor, la resolución máxima admitida, así como la compatibilidad o los conectores disponibles.
Ediciones de fabricantes y SLI
Con cada presentación de las tarjetas gráficas de los dos gigantes AMD y Nvidia, los fabricantes de hardware completan los modelos de referencia con ediciones personalizadas en diferentes aspectos y que, a menudo, suelen incluir interesantes mejoras.
Las más habituales y que no son de mera apariencia (como iluminación y personalización) tienen que ver con la refrigeración, conexiones/salidas, alimentación e incluso velocidad gracias a valores de overclocking de serie. Aquí debes valorar si el extra de precio es relevante para el uso que vayas a hacer de esa gráfica mejorada.
Una vez repasado todo lo que debemos tener en cuenta antes de comprar una tarjeta gráfica para renovar nuestro PC, es el momento de pasar a la acción y centrarnos en los mejores modelos disponibles actualmente en el mercado y organizados según nuestro presupuesto y gama.
Tanto los procesadores de AMD como de Intel de ciertas gamas incluyen GPU asociada al procesador que nos proporcionan el rendimiento suficiente. Y siempre podremos añadir una cuando sea necesaria.
El nivel actual de las GPU integradas en los chips de Intel y AMD hacen a las gráficas dedicadas de menos de 100 euros una especie en extinción y solo recomendables para renovar equipo antiguo
La gama de entrada de tarjetas gráficas por debajo de los 100 euros queda pues reservada en la actualidad a la actualización o mejora de equipos cuyos procesadores no incluyen una GPU integrada de nivel o al que queremos sacar partido multimedia un tiempo más, sistemas multimedia compactos o equipos donde el tamaño de la gráfica es un problema.
Un fiel reflejo de esta situación en la gama más baja es que las opciones, especialmente por parte de Intel, se han reducido casi en tu totalidad.
Aquí AMD tiene un modelo casi irresistible, la RX 460, pero a la que le ha salido una durísima competencia en forma de la 1050 de Nvidia.
Con cada presentación de las tarjetas gráficas de los dos gigantes AMD y Nvidia, los fabricantes de hardware completan los modelos de referencia con ediciones personalizadas en diferentes aspectos y que, a menudo, suelen incluir interesantes mejoras.
Las más habituales y que no son de mera apariencia (como iluminación y personalización) tienen que ver con la refrigeración, conexiones/salidas, alimentación e incluso velocidad gracias a valores de overclocking de serie. Aquí debes valorar si el extra de precio es relevante para el uso que vayas a hacer de esa gráfica mejorada.
Tarjetas gráficas de menos de 100 euros
Si ahora mismo tuvieras que comprar un PC nuevo y tus necesidades de soluciones gráficas se limitaran a juego casual o de no muy altos requerimientos ni resoluciones grandes, así como tareas de trabajo no muy exigentes, no tendrías que pensar en una solución dedicada.Tanto los procesadores de AMD como de Intel de ciertas gamas incluyen GPU asociada al procesador que nos proporcionan el rendimiento suficiente. Y siempre podremos añadir una cuando sea necesaria.
El nivel actual de las GPU integradas en los chips de Intel y AMD hacen a las gráficas dedicadas de menos de 100 euros una especie en extinción y solo recomendables para renovar equipo antiguo
La gama de entrada de tarjetas gráficas por debajo de los 100 euros queda pues reservada en la actualidad a la actualización o mejora de equipos cuyos procesadores no incluyen una GPU integrada de nivel o al que queremos sacar partido multimedia un tiempo más, sistemas multimedia compactos o equipos donde el tamaño de la gráfica es un problema.
Un fiel reflejo de esta situación en la gama más baja es que las opciones, especialmente por parte de Intel, se han reducido casi en tu totalidad.
Tarjetas gráficas de hasta 250 euros
Salvo que realmente tu presupuesto esté muy limitado, nuestra recomendación es que subas algo el límite y escojas alguna de las gráficas que, por no mucho más de 100 euros, mejoran el rendimiento sustancialmente.Aquí AMD tiene un modelo casi irresistible, la RX 460, pero a la que le ha salido una durísima competencia en forma de la 1050 de Nvidia.
Este tipo de tarjetas gráficas son especialmente interesantes si quieres un equipo en el que no invertir mucho dinero a nivel gráfico y con el que seas capaz para jugar a títulos actuales con configuraciones medias y resolución 1080p (lo puedes comprobar en nuestra prueba de la Nvidia GTX 1050)
Tarjetas gráficas de hasta 500 euros
Si nuestro objetivo es tener un equipo PC con el que no solo jugar a 1080p o con configuraciones básicas, hay que aumentar el presupuesto de compra. Si es un equipo nuevo, la inversión estará acorde con el resto de componentes, y merecerá la pena.
A este nivel de tarjetas gráficas ya podemos pensar en labores de alta carga en creación multimedia, donde las mejores soluciones ya sacan partido a los núcleos CUDA o de procesamiento paralelo OpenCL. También son gráficas con las que podremos iniciarnos de forma seria y completa con la realidad virtual.
Tarjetas gráficas de gama alta: más de 500 euros
No tener limitación de presupuesto, ya sea para labores de trabajo o simple ocio con juegos de última generación a 4K y configuraciones lo más altas posible, permite al usuario lanzarse a por las mejores tarjetas gráficas del mercado, donde ahora mismo Nvidia es la que manda a la espera de las nuevas soluciones de AMD.
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